El plato fuerte del próximo fin de semana es la celebración de la Media Maratón de Navajas, que cumple tres décadas. Impulsada por media docena de aficionados a las carreras populares, auténticos pioneros en la provincia, se ha mantenido inamovible en el calendario, convertida en todo un clásico del verano, la prueba decana de la Comunitat Valenciana, que ha ido gozando cada vez de mayor renombre de manera paralela al boom del running.
La prueba, que suele reunir a unos 400 ‘fieles’ y contará este año con una participación de primer nivel, apenas ha variado su recorrido en la presente edición. Solo se ha eliminado un breve tramo de carretera, de apenas unos metros, de manera que todo el trazado discurre por pista asfaltada o caminos de tierra.
Entre sus alicientes está que el circuito discurre por la Vía Verde, el pantano, la montaña y también por zona urbana, una gran diversidad de escenarios que contribuyen a hacerlo más atractivo para el corredor.
Pero el rasgo más distintivo de la prueba es su dureza, ya que se trata de un medio maratón de montaña que además se corre en pleno verano. Desde la organización reconocen que en algún momento se pensó en trasladar la prueba a otras fechas, pero finalmente “prevaleció el conservarla tal como está, con el fin de poder preservar ese carácter exclusivo y clásico que le da el ser la única prueba de este tipo que se celebra en este periodo del año”.
También destacan el sentido eminentemente popular de la carrera, puesto que “desde el principio se concibió para promocionar el deporte, solo correr por correr”, así como el ambiente festivo de Navajas en agosto.
La prueba, que suele reunir a unos 400 ‘fieles’ y contará este año con una participación de primer nivel, apenas ha variado su recorrido en la presente edición. Solo se ha eliminado un breve tramo de carretera, de apenas unos metros, de manera que todo el trazado discurre por pista asfaltada o caminos de tierra.
Entre sus alicientes está que el circuito discurre por la Vía Verde, el pantano, la montaña y también por zona urbana, una gran diversidad de escenarios que contribuyen a hacerlo más atractivo para el corredor.
Pero el rasgo más distintivo de la prueba es su dureza, ya que se trata de un medio maratón de montaña que además se corre en pleno verano. Desde la organización reconocen que en algún momento se pensó en trasladar la prueba a otras fechas, pero finalmente “prevaleció el conservarla tal como está, con el fin de poder preservar ese carácter exclusivo y clásico que le da el ser la única prueba de este tipo que se celebra en este periodo del año”.
También destacan el sentido eminentemente popular de la carrera, puesto que “desde el principio se concibió para promocionar el deporte, solo correr por correr”, así como el ambiente festivo de Navajas en agosto.
Fuente: El Periódico Mediterráneo