He tenido la ocasión de poder entrevistar al que es un referente internacional como artista escultor y que es un verdadero placer que su magnífica obra ocupe nuestra mirada cotidiana en las tierras valencianas, identificando símbolos culturales de nuestra tradición y creando a la vez lugares referenciales de nuestro patrimonio, tengo el gusto de presentarles más de cerca a D. Manolo Rodríguez Vázquez.
Manolo Rodríguez Vázquez, nació en Navajas el 30 de abril de 1937, en la mansión de la familia Corell-Ayora donde su padre era jardinero. Inició su andadura formativa en la Escuela de Artes y Oficios, obteniendo todos los premios. Posteriormente hace su ingreso en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Carlos de Valencia con las máximas calificaciones. Su actividad escultórica se inicia en Valencia realizando obras de encargo y modelando numerosos bustos de gente del espectáculo por lo que se le empieza a conocer como el “Escultor de los artistas”.
Desde el año 1964 a 1986, comienza a participar en numerosas exposiciones colectivas en Valencia, Viver, Valladolid, Zaragoza, Pontevedra, Burriana, Segorbe, Sevilla, Almería, Jaén, Aix en Provence( Francia), Castellón, Navajas, Irak... y exposiciones individuales en Madrid, Benidorm, Valencia, Aldaya, Castellón, Burriana, Segorbe, Navajas y Sagunto entre otras. En 1992 la entidad Bancaja, reúne en la ciudad de Segorbe una exposición Antológica de su obra más representativa.
Son numerosos premios y galardones obtenidos por este singular artista, entre ellos destacan:
Premios del Estado para la escultura de la Academia de B.B.A.A. de San Carlos. Años 1957, 1958 y 1959.Primer premio Concurso juvenil de Arte en Valencia. Años 1957 y 1958.Premio de la Fundación Juan Roig de modelado, dibujo y talla, de la Academia de B.B.A.A. de San Carlos. Años 1958, 1959 y 1960.Primer premio XXV y XXVI Salón de Otoño en Sevilla. Años 1976 y 1977. Primer premio XXXII Exposición Nacional de Arte. Segorbe. Año 1976. Medalla de Plata II Certamen Nacional de Arte. Almería. 1978. Premio Jacinto Higueras. CERTAMEN iberoamericano de escultura. Jaén, 1978.PRIMER PREMIO Concurso Internacional de Escultura convocado por el Gobierno de la República de Irak, 1982.Homenaje del pueblo de Navajas a su insigne hijo el escultor Manolo Rodríguez Vázquez en reconocimiento a su dilatada vida al servicio del arte. Año 1983. Premio Extraordinario Distrito 10. Valencia, 1984.En el año 1991 el Ayuntamiento de Valencia crea un premio de Escultura para artistas jóvenes con el nombre de Manolo Rodríguez.
En 1988, es elegido miembro de la Comisión de Cultura, de la Diputación Provincial de Castellón y en 1994, es nombrado Académico correspondiente, de la Real Academia de Cultura Valenciana. Sin duda, un artista de incuestionable prestigio internacional y una persona dotada de un profundo carisma, generador de cariño y admiración.
Un referente en el Alto Palancia como pintor y amigo de Manolo Rodríguez ha querido sumarse a esta entrevista con una dedicatoria al afamado escultor, les hablo del artista, Francisco Pastor, quien retrató hace unos años a Rodríguez:
“Para mí, Manolo Rodríguez, a parte de un amigo desde hace treinta años que le conozco, es una excelente persona y sobretodo un gran artista. Como ya he comentado en alguna ocasión, cuando le veo esculpiendo sus obras, se me pone la carne de gallina, porque siento una gran admiración por la escultura y por la suya especialmente”.
ENTREVISTA
¿Cuándo descubre su vocación artística y concretamente por el campo escultórico? Desde muy pequeño en el chalet donde nací siempre estaba modelando, haciendo cosas con barro del campo y dibujando, pero lo descubrí cuando tenía 17 años, porque vino a veranear aquí un alumno que estaba terminando Bellas Artes, modeló un busto de una mujer y es cuando me explicó un poco como lo hacía y empecé a hacer cosas y al verme me insistió que tenía que ir a estudiar Bellas Artes.
-¿Cuál es tu primera obra pública?La Entrada de Toros de Segorbe.
-¿Cómo realiza sus esculturas?El bronce es lo que más empleo, sobre todo si está en la calle que es lo que más resiste, en piedra también he hecho, mas para fachadas de iglesias, pero como monumento en la calle en bronce.
-¿ Usted realiza tanto el diseño como la obra? Normalmente si, si es tema libre sí. Si es un busto de una persona o una pieza religiosa en base a fotografías o estampas.
-¿Suele guardar relación el tema escultórico que realiza con su emplazamiento? A mí me gusta y yo creo que se debe de respetar, porque ahora se está mezclando mucho la vanguardia con los entornos ya clásicos, dicen que tiene que ser así y a mí no me gusta. Yo soy partidario de guardar el entorno.
-¿Cual considera su obra más significativa? No ha llegado aún, espero conseguirla, porque siempre quieres superarte y cada obra que empiezas superarte y nunca llegas al máximo, pero yo lo intento siempre.
-¿Qué siente como artista que su obra popularmente conocida como el “Monumento de los Toros” de Segorbe se haya convertido en un símbolo internacional? Ya en el año 1988 cuando yo estuve en Bagdad, dio la vuelta al mundo, porque me lleve fotos de obras mías, y vino gente de muchos países, y el monumento de los toros gustó mucho allí, de hecho todos se llevaban fotos del monumento, recorriendo el mundo entero. Y luego al declararse la fiesta de Interés Turístico Internacional la conoció el mundo, y eso te gusta.
-¿En qué se inspira para realizar el grupo escultórico de “El Salto de la Novia” de Navajas? Hay un poco de fantasía por mi parte, aquí siempre se ha dicho la leyenda del salto de la novia, y yo recuerdo que mi abuela cada vez que lo nombraba, me decía que era una costumbre que había. Se decía que saltaba la novia, antes el cauce era mucho más caudaloso y formaba un remolino, y cayó la novia y se tiró el novio y se ahogaron los dos. Yo entonces aún no había visto el trabajo de Sorolla que se encuentra en Nueva York, perteneciente a un catálogo de temas costumbristas, y me recordó a la frase de mi abuela de que era una costumbre. Goya estuvo enfermo, estuvo en Valencia un tiempo, y se vino a Segorbe con Camarón que era muy amigo de él, y estando en Segorbe el pintor siempre va con un blog y va tomando apuntes.
El 8 de junio del 2003, en el diario “Mediterráneo”, se publicaban las siguientes declaración de Manolo Rodríguez:
"Navajas ya tenía fama por entonces entre los médicos valencianos de las cualidades de sus aguas medicinales y como lugar para reponerse de enfermedades y afecciones, por lo que no sería extraño que los especialistas lo enviaran a este municipio para someterse a recuperación y aquí se vería atraído por la citada leyenda y el precioso paraje en la que se desarrolló, para recogerlo en sus trabajos".
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¿Tiene alguna obra expuesta fuera de España? Si, algunas, y la más grande, que será la más grande de mi vida es la que está en Bagdad, “el monumento al combatiente”, que tiene una altura de cinco pisos, fue un concurso internacional, me llegaron a casa las bases, las leí, y me atrajo la ciudad de las mil y una noches…y le dije a mi padre que me apetecía presentarme, y me fui a Madrid que nunca había estado en el Museo del Ejército, para ambientarme un poco y ver elementos que podía utilizar, y como vi que el concurso era una cosa muy fuerte y lo que más me animó fue que decían que el ganador seria invitado para conocer todo aquello. Era un sueño el ganarlo, y me presenté de entre más de 1000 artistas de todo el mundo.
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Un mensaje a los jóvenes artistas y a los que tienen inquietud por el arte.Para mi es lo más bonito que hay, aunque no tiene muy buena fama la cosa artística, pero que para mí es lo más grande que hay, trabajando en cosas de arte es como mas disfrutas, representar cosas y que luego la gente lo pueda ver, y que nazcan de materia muerta, darle vida no porque no viven, pero si darle forma, para mí eso es lo más grande que hay, pues si Dios creó al hombre esto es lo que va detrás.
Tras varios meses de trabajo, por fin ve la luz una nueva obra de nuestro paisano Manolo Rodríguez. En este caso es una escultura de bronce de 1,95 metros de alta, del gran torero valenciano, Enrique Ponce, que representa al maestro en un cite frontal con la muleta pleglada en la mano izquierda, justo antes de iniciar un muletazo habitual en el repertorio de Ponce.
Antes de la inauguración, el escritor, Juan Manuel de Prada dio una conferencia titulada "el Torero como héroe popular y literario", para las más de mil personas que llenaban el Teatro Astoria de la Ciudad, defendiendo la tauromaquia como cultura. Glosó la figura de Ponce, destacando su arte y valor. En los prolegómenos, manolo Rodríguez recibió de manos de Ricardo Alarcón, presidente de la peña taurina, un diploma de agradecimiento por el trabajo realizado.
